[rumble]https://rumble.com/embed/vnbzia[/rumble]
En un país que, según las estadísticas oficiales del gobierno de Chile y de sus aliados los medios masivos, tiene más del 90% de la población vacunada con las sustancias experimentales COVID 19 los no inoculados son pocos, pero se hacen ver.
Medidas completamente ilegales como el pase de movilidad que en verdad es un carnet de vacunación impuesto han relegado a este pequeño grupo de personas excluidas sin la sustancias experimentales de viajar, ver a familiares, asistir a eventos masivos, matrimonios y graduaciones e incluso acceder y ejercer un trabajo que es un derecho humano elemental.
Aun cuando el gobierno, los medios y la sociedad en su conjunto se empeñan en invisibilizar la existencia de estas dos nuevas castas y categorías de individuos (los que aceptaron ser parte y mantenerse en el experimento de la pseudoterapia experimental ferrofluida y los que no) dando a entender que este asunto de la imposición de la sustancia el «mi cuerpo, la decisión del resto» es tema ya zanjado , que no hay controversia y por eso la discriminación es legítima y válida tachando a los disidentes de poco empáticos, irresponsables (los meten todos al saco del grupo que un grupo tachado de «rezagados»).
Estos grupos no vacunados los «pura sangre» son los que están sacando la voz y poniendo en aprietos a los medios y al gobierno con sus mentiras: las calles ahora son espacios de reunión en donde hablan megáfono en mano lo que todos los demás callan: las ilegales medidas del gobierno como el pase, la falsa pandemia de un virus que no ha sido aislado ni secuenciado, la toxicidad de las terapias que se están imponiendo como vacunas que tienen grafeno y otros componentes no declarados; la imposición del uso de mascarilla o bozal, la terrible inoculación de los niños y la obediencia ciega de los conciudadanos que aceptan estos atropellos mientras ven como les quitan todos sus derechos.
Con esto como telón de fondo fue que se hizo la actividad del sábado 27 de noviembre a las cuatro de la tarde. Fue una protesta familiar autoconvocada por organizaciones y activistas principalmente no vacunados y contra la pandemia frente al frontis del Biblioteca Nacional de Santiago a la salida del Metro Santa lucía.
La temática de la intervención fueron las 10 etapas del genocidio de Gregory Stanton de Genocide Watch: Clasificación, Simbolización, Discriminación, Deshumanización, Organización, Polarización, Preparación, Persecución, Exterminio, Negación.









Los manifestantes alegan que Chile, como campo de experimentación vacunal en donde incluso existen acuerdos con fabricantes de vacunas chinas para instarse en Chile para ponerlas permanentemente en la población como no inmunizan, se está en algún punto intermedio de estas 10 etapas del genocidio programado: con el pase de vacunación ilegal claramente se simboliza y se discrimina a este grupo que están intentando deshumanizar con la invisibilización de sus quejas. Peinsan que de no ocurrir primero el genocidio en la población vacunada experimentalmente como se pronostica en las redes sociales, los no vacunados podrían ser el blanco: no de las antenas 5G sino que de la mayoría vacunada.
Sus intervenciones seguirán para mostrar sus hallazgos como el descubrimiento de grafeno en las vacunas y reclamar sus legítimos derechos a no ser discriminados y la libertad sobre sus cuerpos y el tratamiento escoger.
También seguirán informando y enrostrando lo que la televisión y el gobierno callan. Dentro de estas intervenciones por la verdad y la libertad que los activistas tienen programadas sólo en Santiago hay al menos 3 en estos próximos días: Una frente a canal 13 ente 8 de diciembre, la de calle Mac-iver 541 frente al Ministerio de Salud este viernes 3 de diciembre y la del intermodal La Cisterna el sábado 4 de Diciembre.



Nota: Las sustancias experimentales conocidas como y malamente llamadas vacunas, no están demostradas en su efectividad ni seguridad. Actualmente están en ensayos clínicos de fase I,II y III y Chile es un centro de estudio para estos ensayos clínicos en su población, según declaraciones de las propias autoridades político-sanitarias. Se ha demostrado con estudios serios como el informe del doctor Pablo Campra que estos viales tienen óxido de grafeno, un superconductor eléctrico altamente tóxico.
El trabajo que podemos y debemos hacer es: despertar a los que mas se puedan inclusive a los cacunados
Hasta conseguir una desobedecía total
Importante: no le temo al sistema si e de morir,luchando no de rodillas, junto al creados de arriba